sábado, 15 de julio de 2017

El Sol y La Luna




Ha sido un largo día para Él.

Es la misma rutina, día tras día, y hoy está por terminar nuevamente, un día extenuante. Sigue en pie impasible, imponente e intimidante. Sin permitir a nadie mirar detrás de esa fachada.

El sol está a punto de desaparecer tras el horizonte…



Ha sido un largo día para Ella.

Es la misma rutina, día tras día, y hoy está por terminar nuevamente, un día extenuante. Sigue en pie impasible, con firmeza y entereza, oculta tras las sombras. Sin permitir a nadie mirar detrás de esa fachada.

La luna pronto aparecerá tras el horizonte…



¿En qué momento fue que sus ojos cruzaron miradas por primera vez?
Ninguno lo recuerda claramente. Pero ambos saben en su interior que ese cruce de miradas, desnuda su alma.

¿En qué momento fue, que al entrelazarse sus manos, derribaron las fachadas?
Nadie lo vio suceder. Pero ambos saben en su interior que ese roce de sus manos, les roba el alma.


Imponente e intimdante, Él le roba al Sol su energía vibrante, ese fuego que recorre sus entrañas. Se acerca a ella lentamente, entrelaza sus manos y roza sus labios. La besa con ternura, mas el fuego que arde en su interior, ése que le ha robado al Sol, embriaga su alma.

Ella lo deja acercarse lentamente, entrelaza sus manos y siente el roce de sus labios. Ha permanecido oculta tras las sombras por mucho tiempo. Siente su alma incendiarse.

Él vuelve a besarla, pero ya no puede controlar ese fuego que lo engulle. Ella siente lo mismo y el incendio los embriaga. 



Llega el ocaso, pero ellos le han robado su fuego. 
El cielo se ilumina en tonos de grises.



Lo que ellos no han visto aún, es que la Luna, tras el ocaso, asomará su mirada. 
Y ese fuego que al Sol le han robado, iluminará radiante su hermosa cara plateada.



Cuento: Jessica Soler • Junio 10, 2017
Para él y por él, que un día leerá estas líneas. Como mucho de lo que hay en estos instantes.