miércoles, 15 de noviembre de 2017

Hoy, bien y de buenas




Día con día, al inicio de la jornada, cruzaban su camino cada mañana.

Uno de esos días se dijeron buen día.
Conforme pasaron los días, el "buen día" iba acompañado de una gran sonrisa.

Ignoraba todo: ¿Cómo se llama? ¿En qué trabaja? ¿A qué dedica su tiempo libre? ¿Qué música escucha? ¿Cuál es su comida favorita? ¿Cual es su color favorito? ¿Qué cosas le hacen feliz? ¿Qué aspira en su vida?

Un sin fin de preguntas -aquellas cuya respuesta determinan quién uno es- no tenían respuestas, pero a ella no le importaba. Sólo sabía que ese saludo e intercambio de sonrisas, no sólo le alegraban la mañana: el brillo de esa sonrisa iluminaba el resto de su jornada.


Así, transcurrieron innumerables mañanas. 


Sin embargo, hoy era diferente. Ella estaba triste. Su sonrisa rota estaba perdida.


Inexplicablemente, él cruzó la acera, se acercó a ella, quitó los lentes que cubrían sus ojos y con un gesto para saludarla, la tomó de la mano, le dio un beso en la mejilla y le dijo "hoy, bien y de buenas"



Ilustración: Claudia Tremblay
Microrelato: Jessica Soler • Noviembre 2017 • Una historia de la realidad que a veces parece ficción o de la ficción que a veces parece realidad.

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